En un principio, los paraguas chinos eran de seda. Debido al alto costo de esta tela, los paraguas eran exclusivos de las clases más pudientes, y la popularización de este instrumento tuvo que esperar a que la seda fuera sustituida por papel.
La estructura del paraguas estaba hecha en su mayoría de corteza de bambú o de mora, porque estos materiales presentaban una gran elasticidad y fuerza. Para poder ser utilizados bajo la lluvia se utilizaba papel encerado y lacado, lo que hacía los paraguas mucho más resistentes.
Muchos ideogramas chinos en su inicio eran idealizaciones de los objetos que representaban. A pesar de que muchos han ido evolucionando hasta hacerlos irreconocibles, el ideograma para designar el paraguas sigue mostrando la estructura original de los paraguas chinos, prácticamente igual a los paraguas en la actualidad:
De China este práctico invento pasó a Egipto y a Grecia, donde era usado como sombrilla. Tras la caída del Imperio Romano, desapareció hasta finales del siglo XV, cuando resurgió en Francia como objeto de lujo.
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