miércoles, 7 de septiembre de 2011

"Matadlos a todos, Dios ya reconocerá a los suyos". Atribuida a Arnaldo Amalrico, legado papal e inquisidor.

La cruzada cátara, también conocida como cruzada albigense (por la ciudad francesa de Albi) fue un conflicto armado que tuvo lugar entre los años 1209 y 1244, por iniciativa del papa Inocencio III. Esta cruzada pretendía poner fin al catarismo, un movimiento religioso calificado como herejía por la Iglesia católica.

En este contexto, en julio de 1209 los cruzados atacaron la ciudad de Béziers, en la que habitaban tanto católicos como cátaros. El jefe de los cruzados consultó con el legado papal Arnaud Amairic, abad de Citeaux, y este le contestó:

¡Mátenlos a todos, el Señor reconocerá a los Suyos!

El número de bajas fue de unos 17.000 hombres, incluyendo cátaros y no cátaros.

Matadlos a todos, Dios reconocera a los suyos

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