Recientes estudios muestan la utilidad de las sanguijuelas en ciertas situaciones, en especial amputaciones seguidas de microcirugía reconstructora.

Mientras que la reconstrucción quirúrgica de las arterias no suele presentar problemas con la consiguiente reconstitución de flujo entrante de sangre al miembro amputado, la reconstrucción de las venas no siempre es tan eficaz y el flujo venoso (de salida de sangre) resulta deficiente.

La acumulación de sangre en el miembro perjudica mucho la eficacia del reimplante y aumenta el riesgo de rechazo. Si se aplican sanguijuelas al miembro reimplantado estas actúan como una válvula de escape para la sangre acumulada. Dado que la saliva de las sanguijuelas presenta un efecto anestésico el procedimiento es indoloro y con las medidas adecuadas no aumenta el riesgo de infecciones.


La saliva de la sanguijuela también presenta otras utilidades medicinales contrastadas, derivadas de su composición:

• Hirudina, un potente anticoagulante.
• Un vasodilatador semejante a la histamina.
• Hialuronidasa, un anticicatrizante.
• Anestésico local.

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