Una maratón olímpica tiene una distancia de 42 kilómetros y 195 metros porque en 1908 el Príncipe de Gales solicitó que la carrera se iniciase en los jardines de su castillo.

El origen del maratón se remonta al año 490 a.C., cuando el soldado griego Filípides corrió desde Maratón hasta Atenas para anunciar la victoria sobre el ejército persa, muriendo de fatiga tras dar la noticia. En su honor se creó esta prueba compuesta de la distancia entre esas dos ciudades.

Sin embargo, la distancia entre Maratón y Atenas es de unos 40 km y no 42. El origen de la distancia que se corre en la actualidad tiene su origen en los Juegos Olímpicos de Londres en 1908. En estos juegos, el Príncipe de Gales, que era el encargado de dar la salida de la maratón, solicitó que la competición se iniciase en los jardines del castillo de Windsor, donde residía. Tales reales deseos se cumplieron, aunque la distancia entre estos jardines y la meta del estadio olímpico era de 42 kilómetros y 195 metros. Y a partir de este año, esta pasó a ser la distancia oficial de un maratón olímpico.

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