- Se corta la cebolla en juliana (tiras) muy fina.
- Se pone al fuego una cazuela con 3 cucharadas soperas de aceite y 2 de mantequilla.
- Se añade la cebolla, dos cucharilla de azúcar y una cucharilla de sal.
- Se tapa y se deja rehogar 20 minutos a fuego muy bajo. Cogerá un color oscuro.
- Al final se sube el fuego 5 minutos y remueve sin cesar hasta que tomen un color dorado oscuro.
- Se añade entonces un chorrito de vino blanco, y se deja que se reduzca. ¡Listo!
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