- Fibras textiles y cordajes, de gran resistencia. Fácil y ligero de llevar.
- Semillas y aceites ricos en grasas (incluyendo omega 3) y proteínas (un 34% aproximadamente).
- Combustibles ecológicos (biocombustibles), lubricantes y plásticos vegetales.
- Materiales de bioconstrucción de gran resistencia.
- Celulosa para papel.
- Aplicaciones medicinales y cosméticas de los aceites.
- Materiales aislantes, piezas plásticas y textiles para automóviles de la marca Audi y BMW, entre otras.
La disminución de su cultivo en los países industrializados comenzó a raíz de una confusa política de prohibición de la marihuana, que afectó directamente al cáñamo, en la década de 1930 del siglo XX. Sin embargo el cáñamo no contiene el principio activo de su hermana. Se considera que su prohibición pudo ocurrir a raíz de una campaña de ciertos sectores industriales estadounidenses para potenciar las nuevas fibras sintéticas como el nylon y otros polímeros (de los que el cáñamo era un fuerte competidor).
Muchos activistas defienden el uso de esta planta. Uno de los más famosos, Jack Herer (1939-2010) en sus campañas y libros apoyó la tesis del cultivo de las variedades de cannabis o cáñamo como solución técnica a problemas como el hambre, la deforestación, los combustibles, etc, al mismo tiempo que abogó por la legalización de su uso lúdico. Retó con una recompensa millonaria a que alguien consiguiera refutar científicamente su tesis de la utilidad social de esta familia de plantas. A día de hoy nadie ha cobrado tal recompensa.