"A los mayores les gustan las cifras. Cuando se les habla de un nuevo amigo, jamás preguntan sobre lo esencial del mismo. Nunca se les ocurre preguntar: '¿Qué tono tiene su voz? ¿Qué juegos prefiere? ¿Le gusta coleccionar mariposas?' Pero en cambio preguntan: '¿Qué edad tiene? ¿Cuántos hermanos? ¿Cuánto pesa? ¿Cuánto gana su padre?' Solamente con estos detalles creen conocerle."
"Era un vendedor de píldoras perfeccionadas que calman la sed. Se toma una por semana y no se siente más la necesidad de beber.
- ¿Por qué vendes eso? – dijo el principito.
- Es una gran economía de tiempo – dijo el vendedor. – Los expertos han hecho cálculos. Se ahorran cincuenta y tres minutos por semana.
[...] 'Yo - se dijo el principito - si tuviera cincuenta y tres minutos para gastar, caminaría lentamente hacia una fuente...'"
Fuente: 1
El Principito