En el siglo II a.C. el Imperio Parto compite con el Imperio Romano para conseguir la hegemonía al este del Mediterráneo. Y es que este pueblo poseía magníficos jinetes y arqueros, además de haber perfeccionado su arco tradicional, aumentando la rigidez de los extremos de las palas compuestas y recurvas. Esto les permitía lanzar flechas con más fuerza sin riesgo de que se rompiera el arco.
El tiro parto
Sin embargo, lo más curioso era su forma de lucha. Durante la batalla los arqueros a caballo, que componían la mayor parte de las tropas, galopaban en masa a gran velocidad hacia el enemigo. A unos 50 metros del frente enemigo todos cambiaban de dirección girando 90º al unísono, como una bandada de pájaros. Así podían correr en paralelo al frente enemigo mientras lanzaban sus temibles flechas.Se cree además que fue éste el primer pueblo cuyos arqueros a caballo ejecutaban sus disparos sentados en la grupa y mirando hacia atrás. Para ello solían lanzarse al galope en dirección al enemigo para, a una distancia adecuada, parar en seco, dar media vuelta a sus monturas sobre dos patas y disparar hacia atrás por encima de las grupas de sus monturas. Esta técnica se conoce hoy en día como "tiro parto" en honor a este pueblo de intrépidos arqueros.
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