Esas manchas oscuras de la frente no son los ojos, sino unos órganos olfativos. Los ojos son esas dos estructuras verdes que parecen flotar en el interior de su cabeza. Estos ojos son cilíndricos en lugar de esféricos (de ahí lo de ojobarril) y apuntan directamente hacia arriba mirando a través de una especie de cúpula transparente. Investigadores del Acuario de la Bahía de Monterrey acaban de resolver este enigma que intrigaba desde hacía años a los biólogos marinos. Después de estudiar concienzudamente su comportamiento en aguas profundas de California, los investigadores han llegado a la conclusión de que este mecanismo le permite aumentar su ángulo de visión y detectar mejor a sus presas. Además los ojos pueden rotar su posición dentro de esa cubierta, orientándose hacia adelante por ejemplo para comer.
M. microstoma es conocido por la ciencia desde 1939 y los primeros dibujos no lo mostraban con su cabeza transparente, pues esta se descomponía al ser sacada de las profundidades marinas. Aquí un vídeo de los investigadores de Monterey (Bruce Robison and Kim Reisenbichler) con un robot submarino a una profundidad entre 600 y 800 metros. Parece de mentira pero es real...
Fuentes: 1, 2