Dos gemelos se separan: uno hace un largo viaje espacial a velocidades cercanas a la velocidad de la luz, mientras el otro se queda en la Tierra. Cuando se reencuentran el gemelo viajero es más joven que el gemelo terrestre.
La aparente paradoja surge cuando se hace la siguiente observación: para el gemelo dentro de la nave, el que se está alejando es el gemelo en la Tierra y cabría esperar que, desde su punto de vista, su hermano en la Tierra sea quien envejecerá menos por moverse respecto de él a velocidades cercanas a la de la luz.
A Einstein le costó dilucidar esta paradoja unos cuantos años...