[...] dándole profundidad a la escena, el extraordinario efecto de luz en los árboles desnudos, las llamaradas y el penacho de cenizas negras desplomándose a la derecha, ante la fría mirada de las estrellas en la noche clara, impávida y más allá del desastre. Esa fotografía, pensó en alquel instante, no lograría tomarla nunca.
El pintor de batallas, Arturo Pérez-Reverte.
Por cierto, el cuadro al que se refiere es este:
Y más cuadros del fantástico libro: icorso