La primera bocina antiniebla automática fue inventada en el siglo XIX por el escocés Robert Foulis, que escuchando a su hija tocar el piano se dio cuenta de que las notas más graves se transmitían mejor a través de la niebla. Entonces diseñó un dispositivo que producía un sonido de muy baja frecuencia y un código de señales para su uso.
Las señales sonoras se pueden escuchar hasta 30 millas del faro en noches despejadas viendo reducido su radio de acción en noches con niebla. Escúchalo en MP3.
Vía: 1, 2