viernes, 25 de junio de 2010

Una tormenta ígnea es el movimiento del aire provocado por un incendio aumentando su flujo de oxígeno y generando temperaturas de más de 2.000 ºC.

El aire presente sobre un área incendiada se calienta creando una fuerte corriente ascendente. El aire frío del área circundante pasa a ocupar el espacio vacío generando un viento que provee de más oxígeno el incendio original, que en este caso se denomina tormenta ígnea.

Las tormentas ígneas pueden crear vórtices de fuego que se mueven a gran velocidad y que pueden propagar el fuego mucho más lejos de su área original. Los vientos en algunos de estos vórtices pueden alcanzar fuerzas tornádicas, siendo denominados en este caso tornado ígneo:


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