El almiqui, emparentado con las musarañas, es un mamífero venenoso no mayor que un gato, con los pelos un tanto duros y un gran hocico.

El Almiqui se creyó extinto hasta el 2003, cuando la criatura se encontró en las montañas orientales de una isla del Caribe.

Es un animal arisco que ataca sin razones aparentes lanzando gritos y mordiscos a todo lo que se halla a su alcance. Además se trata de uno de los pocos mamíferos venenosos que existen. Los incisivos a cada lado de su mandíbula inferior poseen un conducto hasta unas glándulas que son las encargadas de producir el veneno, de ahí el nombre latino del almiqui: Solenodon que significa "dientes surcados".