jueves, 2 de septiembre de 2010

"Señor Aronnax, estamos en la bahía de Vigo, y sólo de usted depende que pueda conocer sus secretos". 20000 leguas de viaje submarino. Julio Verne.

En el libro 20000 leguas de viaje submarino Julio Verne nos cuenta cómo el capitán Nemo costeaba sus costosas expediciones a base de tesoros hundidos. En particular, durante el libro visitan la bahía de Vigo donde se desarrolló la Batalla de Rande.

A principios del siglo XVIII, ya en plena decadencia del imperio español, los viajes comerciales desde América eran arriesgados debido a los corsarios ingleses. Por eso los mercantes tendían a agruparse en flotas que podían ser protegidas más fácilmente. En 1702 una flota compuesta por decenas de galeones españoles, protegidos por una flota francesa, partieron desde América con destino Cádiz. Sin embargo los ingleses boqueaban este puerto con intención de apoderarse del cargamento: sólo los metales preciosos estarían valorados hoy en día en 2400 millones de euros.

Al final la flota mercante decidió dirigirse a la bahía de Vigo, al noroeste de España, que no se hallaba bloqueada. Entraron en Vigo el día 22 de septiembre de 1702 donde se refugiaron al fondo de la ría, a continuación del estrecho de Rande protegido por sendas fortificaciones al norte y al sur. Además el estrecho estaba bloqueado por pecios semisumergidos, cadenas y vigas. La disposición de los buques y las fuerzas defensoras antes de la batalla se puede observar (en rojo) en este mapa:

Batalla de Rande
Ya en la bahía se inició una laboriosa descarga de los buques. La carga más valiosa de oro y plata se encontraba en el fondo de las bodegas como lastre, y para su transporte se requisaron todos los carros de mulas y bueyes de los alrededores. Aún no había finalizado cuando una numerosa flota inglesa, compuesta por más de 150 navíos, atacó la ría el 22 de octubre de 1702. Tomando los débilmente defendidos fortines del estrecho de Rande, lanzaron a un buque contra la barrera del estrecho entre cañonazos. Éste se incendió pero logró abrir una brecha en la muralla flotante.

Mapa antiguo describiendo la Batalla de Rande

A continuación la batalla fue desigual, el total de las fuerzas atacantes era de unos 14.000 hombres frente a unos 5000 defensores. Pese a su inferioridad el almirante francés se batió valientemente en una bahía en la que resonaban los cañonazos por una y otra partes. Sin embargo el final era evidente, y antes de que las riquezas del convoy cayeran en manos del enemigo se ordenó incendiar y hundir los galeones con su cargamento.


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