Este diseño evolucionó a lo largo del tiempo para permitir 2, 3, 4 o incluso 5 filas de remos que se distribuían en hasta tres cubiertas. Estos nuevos diseños ganaban en velocidad (dada su mayor potencia remera) sin perder en maniobrabilidad (ya que pese a su mayor peso poseían la misma longitud). Sin embargo, las galeras más habituales a lo largo de la historia poseían sólo dos filas de remos que partían de 2 cubiertas distintas.
Los remos debían actuar de forma sincronizada, por lo que los galeotes, en general presos condenados a galeras, remaban al ritmo que marcaba el cómitre con un tambor o trompeta. Todo ello salpicado de algún latigazo para mantener el ritmo.
Saber más: Wikipedia (inglés).