
En la mitología griega se cuenta que en el estrecho Messina, entre Italia y Sicilia habitaban dos monstruos, Escila y Caribdis. Escila era una ninfa que se había transformado en un monstruo de 7 cabezas, y habitaba en uno de los extremos del estrecho al acecho de incautos marineros. Por otra parte Caribdis, en el otro lado del estrecho, tragaba enormes cantidades de agua generando remolinos que absorbían todo lo que se ponía a su alcance.

Los lados del estrecho estaban tan cercanos entre sí, que esto dió origen a la expresión "entre Escila y Caribdis" con el significado de estar entre dos peligros de forma que alejarse de uno implica caer en el otro.
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