La banca ética o banca alternativa no depende exclusivamente del criterio de rentabilidad-riesgo, sino de la transparencia, sostenibilidad y ética de las inversiones.

En muchos casos, la estructura de la banca ética está fundada en la participación cooperativa. Destaca por la transparencia, como fundamento para mantener su credibilidad como banca alternativa, y su fácil acceso a la información relativa a los proyectos beneficiarios del crédito concedido. Existen dos tipos de órganos de decisión, en uno las decisiones dependen de la aprobación del comité ético y en otro es la asamblea votada por todos los usuarios la que da su aprobación.

La banca ética surgió debido a la imposibilidad de los clientes de un banco corriente de decidir a dónde se destinaban sus ahorros. Así es como una ONG que trabajaba por la paz podía ver como su banco habitual invertía el dinero de su cuenta en armamento, por ejemplo.

Hay varios modelos de banca alternativa:

• Banca ética: Conjunto de intermediarias financieras que cumple los objetivos de economía real e impacto positivo. Tienen un sistema de gobierno tradicional en el cual el derecho a voto depende de la participación en el capital social o de la proporción de activos poseídos.
• Banca ética y cooperativa o ciudadana: Conjunto de intermediarias financieras que cumplen los mismos objetivos citados y se rige por un sistema de asamblea en el que todos los usuarios del banco tienen un voto de igual peso, sin que importe el capital invertido (una persona, un voto).

Fuentes: 1, 2, 3