En general, el miembro amputado se separa de lugares preestablecidos de la anatomía del animal gracias a la acción de ciertos músculos especializados. Además, durante el proceso se sellan los distintos conductos para evitar la pérdida de fluidos corporales del animal, tales como la sangre.
Entre los animales que pueden sufrir autotomía se encuentran algunos lagartos, que pueden perder la cola, insectos palo, que pueden desprender sus extremidades, arañas, algunas especies de crustáceos, estrellas de mar...
Dependiendo de la especie, la parte abandonada puede volver a crecer, aunque los nuevos miembros suelen ser peores que los originales (colores diferentes, tamaño reducido, menor movilidad...). Como ejemplo, a continuación incluyo un vídeo con la regeneración de la cola de un gecko:
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