poder donar mis riñones,
mis ojos y mis pulmones.
[...]
El culo no lo donaré
pues siempre existe un confuso
que pueda darle mal uso
al culo que yo doné.
Muchos años lo cuidé
lavándomelo a menudo.
Para que un cirujano chulo
en dicha transplantación
se lo ponga a un maricón
y muerto me den por culo.
Camilo José Cela