Ciertos anfibios como el sapo Hyla Crucifer y la rana Rana Sylvatica también soportan la congelación manteniendo temperaturas corporales de entre -2 y -9ºC.

En el caso de la Rana Sylvatica esta asombrosa capacidad se debe en primer lugar a que posee una gran cantidad de nucleoproteínas (nucleótidos + proteínas) en su torrente sanguíneo. Estos compuestos que potencian la formación de hielo, evitan sin embargo que éste se organice en forma de grandes cristales que dañarían a las células.
Además esta rana almacena urea en sus tejidos y sintetiza en el hígado grandes cantidades de glucosa (a partir del glicerol) al inicio de la congelación. Ambos actúan como "crioprotectores" limitando la cantidad de hielo que se forma y evitando la contracción osmótica (y consiguiente destrucción) de las células. Con esto, el agua de los órganos y el cuerpo de la rana pueden llegar a convertirse en un 65% completamente en hielo congelado y el resto del agua presente en la rana estaría líquida gracias a su anticongelante natural (la glucosa). Cuando suben las temperaturas, se descongela primero el corazón, para que la circulación se reactive y evitar así daños en los demás órganos conforme se descongelan.
Aquí un vídeo de la rana en plena congelación/descongelación:
Fuentes: "Fisiología Animal", Richard W. Hill, Gordon A. Wyse (disponible en google libros), Wikipedia