lunes, 24 de enero de 2011

La evolución del ojo. El ojo ha evolucionado a partir de una zona de piel fotosensible a la luz.

Desde el siglo XIX uno de los principales argumentos esgrimidos por los creacionistas para defender la teoría del diseño inteligente es que ciertos órganos de extrema complejidad, tales como los ojos, no tienen utilidad si no es en su forma definitiva. Es decir, que si les falta alguna parte no funcionan para nada, y por tanto no han podido ser desarrollados mediante un proceso evolutivo.

Evolucion ojo - creacionismo

Sin embargo, estas teorías no se sustentan si examinamos detenidamente el proceso de evolución de estos órganos. Por ejemplo, el proceso de evolución de un ojo:

Evolucion del ojo

Es decir, el proceso de evolución de un ojo consta de las siguientes fases:
  1. Una zona de la piel del ser vivo se torna fotosensible a la luz, y por tanto si este organismo dependía de la luz para alguna de sus funciones, este nuevo receptor suponía una ventaja. Sin embargo este receptor plano (denominado ojo en placa) apenas ofrece información sobre la dirección sobre la dirección de la que procede la luz. Esto por ejemplo ya ocurre con los seres humanos, ya que somos capaces de "notar" el calor (ondas infrarojas) a través de la piel.

  2. El receptor primitivo poco a poco pasa a formar parte de un pliegue de piel (invaginación) y pasa a denominarse ojo en copa. Esto supone una gran ventaja, ya que ahora sí puede saber de que dirección procede la luz dependiendo en que parte de los receptores incida la misma. Este esquema aún se puede encontrar en ciertos animales marinos, tales como moluscos y cnidarios.

  3. El pliegue se continúa cerrando hasta formar una cámara con un pequeño agujero (ojo en cámara). Cuanto mayor es la cámara y más pequeño el agujero de entrada, se produce una mayor sensibilidad direccional de la luz. De hecho, con un orificio lo suficientemente estrecho, se llegaría a formar una imagen proyectada sobre los receptores (tal y como ocurre en las cámaras fotográficas primitivas).

  4. Inicialmente el contenido de la cámara está formado por agua marina. Sin embargo, con el tiempo (después de múltiples generaciones) un grupo de células epiteliales acaba formando una bolsa transparente. En el interior de esta “esfera de células” queda una matriz extracelular con proteínas y agua.

  5. Poco a poco esta bolsa evoluciona hasta formar una lente que ayuda a mejorar la proyección dentro de la cámara.

  6. Hasta obtener el ojo funcional tal y como lo conocemos hoy en día, incluyendo el iris y la córnea.

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