René Magritte pintó este cuadro como un autorretrato, aunque el rostro del personaje está oculto tras una manzana. Aunque Magritte negaba que su pintura tuviera simbolismo, se le considera un pintor surrealista y su pintura se muestra cargada de connotaciones:
- Niebla: A espaldas del personaje se puede ver el mar y un cielo nublado, lo que podría simbolizar el estado anímico del personaje.
- Manzana: El personaje el hijo de Adán, el hijo del hombre, tal y como indica el título. Así, la manzana representaría la tentación, las tentaciones de la vida moderna.
- Bombín: El bombín y el hombre trajeado son elementos habituales en las composiciones de Magritte, representando la sociedad moderna.
Bonus: Otras obras de René Magritte.
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