Emilio Herrera Linares fue un militar español, aviador y científico, el primero en sobrevolar el estrecho de Gibraltar y leal colaborador de Juan de la Cierva y Leopoldo Torres Quevedo. Acompañó a Einstein en su visita a España en 1923, defendió el esperanto y predijo que el hombre viajaría más allá de la atmósfera.
En 1935 Emilio Herrera un globo aerostático capaz de alcanzar los 25.000 metros de altitud y que estaba equipado con un traje presurizado para trabajos a gran altitud.
Los trajes espaciales deben crear en su interior una atmósfera similar a la terrestre: proporcionan oxígeno, eliminan el CO2 y, regulan la temperatura y la presión. Sin ellos un astronauta no podría obtener oxígeno, la baja o nula presión atmosférica haría hervir la sangre y otros fluidos corporales, estaría sometido a variaciones extremas de temperatura de entre 120ºC y -100ºC así como a la radiación solar. El traje también debe proteger al astronauta del impacto de diminutas partículas de polvo interestelar que viajan a grandes velocidades y permitir su movilidad.
Desde luego el invento español no regulaba todas estas características, ya que estaba pensado para su utilización a mucha menor altura. Mientras que el inventor ruso Yevgeny Chertovsky ya había diseñado el primer traje presurizado completo en Leningrado en 1931, el traje del inventor español ya incluía muchos de los elementos que ya caracterizan un traje moderno: micrófono, sistema de respiración anticondensación, termómetros, barómetro y varias herramientas de medida.
El traje espacial fue usado por un astronauta por primera vez en la Unión Soviética en la década de 1960. Los trajes SK (CK) fueron los trajes usados en el programa Vostok (1961-1963) y que posteriormente llevaría Yuri Gagarin en el primer vuelo espacial tripulado.
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