El veneno producido por estos pulpos contiene tetrodotoxina, además de otros componentes tóxicos. La tetrodotoxina bloquea los canales de sodio, causando una parálisis motriz. Esa toxina es producida por una bacteria en las glándulas salivales del pulpo, de forma que su picadura introduce saliva venenosa causando la muerte por parálisis respiratoria.
Muchas de las picaduras son debidas a que los niños juegan con el mismo atraídos por sus brillantes colores. No es de extrañar, viendo la simpática criatura:
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