La ciudad se encontraba entonces rodeada por unas murallas, que terminaban justo donde se encuentran las Ramblas hoy en día. Y había una razón para ello: el nombre de Ramblas proviene del vocablo árabe Ramla que significa "arenal" o "cauce de río arenoso", y hace referencia al origen de estas vías.
Inicialmente las Ramblas eran un torrente fluvial, que al permanecer seco la mayor parte del año permitía ser usado como lugar de paseo, mercado... La ciudad creció alrededor de este cauce, y, hasta 1854, año en que Barcelona rompió el círculo de sus murallas, fue la única vía ancha en el corazón de la ciudad.
Con el tiempo se desvió el curso del río y las Ramblas pasaron a ser utilizadas todo el año, convirtiéndose en lo que son en la actualidad.
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