Los pelos que lo cubren están cubiertos de colonias de bacterias cuya función todavía se desconoce. Y es que, a pesar de lo llamativo que es este animal, el cangrejo yeti no se había descubierto hasta poco. Los investigadores especulan que quizás el cangrejo cultiva y come estas bacterias. Otra opción que barajan es que el cangrejo podría utilizar estas bacterias para eliminar minerales tóxicos del agua en la que viven.
Y es que este animal vive en las profundidades marinas en las proximidades de chimeneas hidrotermales. Estas chimeneas emiten gran cantidad de minerales tóxicos, y al mismo tiempo, generan la energía que mantiene con vida el ecosistema del cangrejo yeti, ausente de luz solar.
Os dejo un vídeo de tan peculiar crustáceo:
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