La masía culmina y sintetiza todo el primer período de Joan Miró, antes de su evolución al surrealismo:
"No me propuse hacer una síntesis de mi obra precedente, sino que esto fue surgiendo a medida que trabajaba la tela. He de confesar que nunca tuve la conciencia de que con La masía terminaba el período realista y comenzaba una nueva época, porque no tenía ni idea de lo que a partir de entonces me deparaba el azar."En el centro del cuadro se yergue un eucalipto que proyecta sus ramas al cielo, junto con el que conviven muchos de los temas que conformarán la obra del artista: el sol, la mujer, los animales del campo, los utensilios domésticos...
Aunque estos elementos son tratados aquí de manera realista, La masía incorpora también algunos rasgos distintivos del cubismo: la simultaneidad de puntos de vista, la introducción de tipografía o una cierta geometrización de las formas.
La importancia de este cuadro en la carrera del artista queda patente en algunos de los comentarios de Miró sobre la pintura y su realización:
"¡Nueve meses de trabajo arduo y constante! ¡Nueve meses pintando y borrando cada día y haciendo estudios y destruyéndolos después! La masía era el resumen de toda mi vida en el campo. Desde un gran árbol a un pequeño caracol, quise poner todo cuanto yo amaba en el campo. Creo que es insensato darle más valor a una montaña que a una hormiga (algo que los paisajistas no saben apreciar), por eso no dudaba en pasarme horas y horas para dar vida a la hormiga. Durante los nueve meses que trabajé en La masía invertía siete u ocho horas diarias. Sufría terriblemente, bárbaramente, como un condenado. Borraba mucho. Y empezaba a deshacerme de influencias extranjeras para ponerme en contacto con Cataluña."Saber más: 1, 2