La creencia popular de que las espinacas tienen un alto contenido en hierro proviene de una errata en un estudio alemán de 1870. En este informe la coma decimal fue puesta una posición de más hacia la derecha, por lo que las espinacas pasaron a tener 10 veces más hierro, del mismo orden que la carne roja.
A pesar de la posterior corrección la leyenda perdura hasta nuestros días, tanto en la cultura popular como en fuentes oficiales. Por ejemplo, en la "Encyclopedia Britannica" o en la popular serie de animación "Popeye el Marino".
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