El proceso de construcción de una tela de araña es muy costoso energéticamente, principalmente debido a las grandes cantidades de proteínas que la araña necesita para generar las fibras que conforman la tela.
Además, después de un tiempo la tela de araña se reseca y pierde su adhesividad, por lo que se vuelven ineficaces para la captura de presas.
Debido a esto, las arañas suelen comer su propia tela de araña para así reutilizar parte de las proteínas que contienen. Así, se puede decir que las telas de araña son un ejemplo claro de reciclaje.
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